sábado, 14 de noviembre de 2020

UNIDAD 4.TAREA #11.DINÁMICA “ÁNGULOS FOTOGRÁFICOS “.


Hola, mi nombre es el “payaso violinista”, en realidad no me llamo así pero me gusta que me llamen así porque me encanta hacer reír a la gente y tocar notas divertidas con mi violín. 



Quiero contarles un poco de mi historia... hace un año el circo en el que trabajaba fue cerrado por la poca demanda que comenzó a ver ya que a la gente ya no le gustaba asistir a vernos. 



El circo era mi vida, pues yo no tenía familia y no tenía un lugar fijo donde vivir ya que me la pasaba de un lugar a otro, lamentablemente cuando llegó el día en el que me tenía que ir no sabía a donde irme y no contaba con dinero para poderme pagar un pasaje a cualquier ciudad, pues el pueblo en el que nos encontrábamos estaba desoldado y era imposible encontrar trabajo.



Con lo poco que pude conseguir de dinero, tomé  un camión  y me fui a la ciudad más cerca. Comencé a buscar trabajo pero nadie me quería aceptar por la situación en la que me encontraba, pues quien iba a querer contratar a un payaso con ropa empolvada y nada presentable. Lamentablemente no podía comprar ropa nueva pues no tenía dinero y lo poco que tenía lo guardaba para comer, les pedía a las personas que me regalaran ropa o que me dejaran lavar la mía pero nadie cedió. 


Como era una ciudad con personas un poco complicadas, decidí ponerme a tocar en la plaza principal de la ciudad, ya que no me quedaba de otra, pues lo único que quería hacer era irme de esa ciudad y encontrar un lugar donde me aceptarán por como yo era. Pero me esforcé mucho en tocar mis notas con el violín, las primeras veces no fue nada fácil pues nadie se acercaba a escucharme porque me veían como un loco por vestirme así, pero ese atuendo era muy valioso para mí porque había sido mi segunda personalidad y con la que más me había relacionado. 
Al final de todo lo que tuve que pasar, por fin me volví a ser famoso y ahora tengo un lugar donde vivir y sin preocuparme por donde me quedaré, todo eso sucedió en la misma ciudad en donde no fui bien recibido. 

“Nunca te des por vencido y no te pongas mal por lo que las personas puedan decir de tu físico, forma de vestir o por tu nivel económico, todos podemos brillar por igual”.